Buenos Aires, 8 de Agosto 1870
Querida Sra. Mann
Hace meses que mis ocupaciones y sobre todo mis disgustos, me arredran de escribirle. Son las diez y ¼ de la noche, mañana sale el paquete y acabo de llenar las últimas páginas de este N° de los Anales, y no quiero dejar pasar este mes sin escribirle. Recibí en tiempo las cartas que me trajeron sus recomendadas, las Señoritas Wood, Doodley y Zaba. Los planes del Sr. Sarmiento han fracasado por que realmente no estamos todavía en estado de que jóvenes Señoritas emprendan viajes a través de pampas desiertas, para ir a pueblos no muy avanzados en civilización.
El ensayo será más fácil realizarlo, si vienen jóvenes matrimonios, por que al amparo de su marido, una joven puede ir por todas partes; pero niñas todas no es lo mismo. Debieran mi amiga Wood y las Doodley volverse a los Estados, pero conseguí que las contratasen aquí con Gorman.
El Sr. Zaba se ha conducido mal con respecto a las señoritas y tuve que recordarle que recomendadas por V. no consentiría se dijese nada desfavorable a su respecto en mi casa.
La Srta. Wood vive hoy en casa del Sr. Clap, y las señoritas Doodley en casa del párroco Jacson, toda gente muy respetable.
Hoy han pasado el día conmigo las Señoritas Doodley a quien yo quiero mucho por que me interesa su juventud y son unas niñas muy educadas. Quiero también a miss Wood y mucho a Gorman que me llama su madrecita. ¡Ay! El corazón se expande cuando encuentra seres delicados y nobles que la comprenden a uno y la quieren.
He de enviar a V. algunos artículos y Nos. de los Anales para que vea cómo van las cosas por aquí y se forme una idea de lo que debo sufrir. No he olvidado mi idea de ir a los Estados pero las continuas intermitencias del país me asustan y me afligen. A la terminación de la guerra con el Paraguay, vino el asesinato de Urquiza y la guerra civil de Entre Ríos que consume vidas, dinero y tiempo, ¡cosas todas sin recuperación!
El fanatismo romano cada día más robusto, y el termómetro moral bajando a cero, y tales son las facciones de la época en que vivimos por estos mundos.
Son las once, debo terminar (…)
Mis recuerdos a la Sra. Elizabetta y mi sincera amistad para V.
Juana Manso
-Buenos Aires, 8 de agosto de 1870. Internet Archive. VER ORIGINAL