1849 - 1858

Luego de un largo viaje por Estados Unidos y Cuba, el matrimonio regresa a Río de Janeiro, fortalecido por las adversidades vividas. Se integran con entusiasmo a la vibrante escena teatral y musical de la ciudad.
Juana escribe libretos para las obras dramático-musicales de Noronha, quien es considerado hoy el precursor del teatro musical portugués en ambas orillas del Atlántico.

En 1850, en Bahía, se estrena su drama-vodevil La Familia Morel, adaptación de Los misterios de París de Eugène Sue, representada en importantes teatros.

Vive en Niterói, en la fortaleza de Gragoatá, donde finaliza Los Misterios del Plata. En Recuerdos de Brasil escribe:

En aquella casita blanca, abrigada en una cavidad de la montaña, suspendida entre el cielo y el mar, ahí viví con mi madre y mis dos angelitos… cinco meses de paz, acaso los únicos de toda mi vida! ,… allí acabé mi drama “ Rosas” . La fiebre amarilla nos arrojó de aquel asilo agreste y pacífico… Dios me prolongaba la vida para sus designios! Cada paso en esta playa me trae un recuerdo — Allí hice enterrar el cuerpo de una infeliz esclava: debía partir para la ciudad, la separaban de un amante que idolatraba y se arrojó al mar terminando en una hora el romance de su amor y la desgracia de su esclavitud; el mar arrojó su cadáver a mis puertas y yo la hice sepultar. Ese episodio me entristeció sobremanera, porque fué en el primero de año de 1851, y soy supersticiosa, ¿para qué negarlo

En 1851, estrena Esmeralda, una obra inspirada en los personajes de la célebre novela Notre Dame de Paris de Víctor Hugo.

El 4 de enero de 1852, junto con otras colaboradoras, funda el periódico semanal para mujeres,  O Jornal das Senhoras. Modas, Litteratura, Bellas-Artes, Theatros e Critica . Éste es uno de los primeros periódicos feministas de Brasil. Zahidé Lupinacci Muzart afirma que el primer periódico fundado por una mujer en Brasil fue Belona Irada contra os Sectarios de Momo, creado por Maria Josefa Barreto (1786-1837) en Porto Alegre, que circuló entre noviembre de 1833 y enero de 1834. En un gesto que rinde homenaje a esta pionera, Juana firma algunos de sus artículos en O Jornal das Senhoras bajo el seudónimo «Bellona».

El periódico abarca una variedad de temas: artículos sobre la emancipación y educación de la mujer, críticas de teatro y música, partituras, figurines, poemas, crónicas de viaje y, como folletín, su novela Misterios del Plata en portugués. Juana celebra con entusiasmo desde el periódico el arribo desde Europa de Nísia Floresta, una destacada escritora brasileña, pionera del feminismo en América Latina.

Desde el 4 de enero hasta el 4 de julio de 1852, el periódico estuvo bajo su dirección, durante la cual se publicaron 26 números. A partir de julio de 1852, su amiga Violante Atabalipa Ximenes de Bivar e Velasco asume la dirección, desempeñándose hasta mayo de 1853. Gervasia Nunezia Pires dos Santos Neves tomó el relevo en junio de 1853 y continuó hasta diciembre de 1855, cuando finaliza la publicación.

En 1852, Juana estrena A Saloia, una obra hasta hoy perdida, pero de la cual se conserva documentación sobre sus representaciones.

En octubre de ese mismo año, publica como folletín su obra A mulher do artista en diez capítulos, que aparecen en el periódico A Imprensa entre el 17 de octubre hasta el 24 de diciembre de 1852.

Solicita ciudadanía brasileña, para inscribirse en la Escuela de Medicina en la carrera de Obstetricia, es rechazada por ser mujer.

María Velasco de Arias, su primera biografía, sitúa en este período la muerte de su padre, a quien Juana consideraba su mentor y principal apoyo moral y económico. Aunque la fecha exacta es incierta, ya que en 1864 escribe en el periódico La Siempre-viva:

Ay! tambien una noche despues de tres años de ausencia, anclaba una fragata que venía de lejanas riberas, en el puerto de Janeiro; también yo me preparaba á volver [a] abrazar á los mios y desde la borda de la embarcacion al mirar las luces de la tierra, mis ojos querian adivinar cual alumbraria la pobre morada de mi familia… y cuando pisé tierra uno de mis viejos ya habia partido! sus huesos y su cruz duermen sobre la tierra extrangera!

En 1853, Juana publica en portugués cuatro entregas de su novela La familia del Comendador en el periódico A Imprensa. Los capítulos aparecen entre el 15 de enero hasta el 27 de febrero de 1853, Año 1, N°18, N°20, N°21, N°22, N° 23 (2da. parte del Capítulo IV).

Ese mismo año, enfrentando numerosas dificultades por la censura, logra estrenar O Ditador Rosas e Mazorca, una obra dedicada a la caída de Juan Manuel de Rosas.

El 8 de octubre de 1853, en el Teatro de São Pedro de Alcántara en Río de Janeiro, se presenta con éxito la comedia-vaudeville en dos actos As manias do Século, ou os rapazes de agora , con música de Francisco de Sá Noronha . También se realiza una función «Em beneficio de Joanna Paula Manso de Norohna, dignissima autora dos dramas», donde se representa con mucho éxito su obra O Ditador Rosas e a Mazorca y As manias do Século, contando con la asistencia de la pareja real.

Juana se enfrenta a un duro golpe: Francisco de Sá Noronha la abandona y regresa a Portugal con su amante. Los rumores y habladurías se propagan rápidamente, sumando humillación a su dolor. Sola y con la responsabilidad de criar a sus hijas, decide regresar a Buenos Aires. La reciente caída de Rosas reaviva sus esperanzas de encontrar apoyo y nuevas oportunidades en su tierra natal.

En 1853, llega con sus hijas a Buenos Aires. El país se encuentra convulsionado, en plena lucha de facciones y sin lograr los acuerdos necesarios para logar su paz y unificación. Tras 20 años de exilio, su vasta experiencia en las letras, la educación y el periodismo la motiva a poner su conocimiento al servicio del país. Sin embargo, sus iniciativas son desestimadas. Insiste en contribuir desde el ámbito de la enseñanza:

Antes de haber visto alguna cosa, cuando mi razón era apenas la de una niña de diez y ocho años, creo que aun existen recuerdos agradables del establecimiento que formé en Montevideo el año de 1841. Después, estudios más extensos, razón más madura y el viajar, creo que me dan el derecho de ofrecer lo poco que sé sin que esta oferta pueda tacharse de presuntuosa o de inmodestia; las personas que me conozcan de cerca no podrán juzgarlo así, porque es defecto de que no padezco. Mi oferta es hija del deseo que siempre me anima el de ser útil a los otros.  –Álbum de Señoritas. 1854-

Las damas de la Sociedad de Beneficencia, responsables de las escuelas para niñas, rechazan su ofrecimiento. Una mujer literata, periodista, sin marido, con dos hijas a su cargo, pobre y sin el respaldo de una buena familia, no podía considerarse un buen ejemplo para las alumnas. 

Publica en El Plata Científico y Literario y en La Ilustración Argentina un artículo titulado Emancipación moral de la mujer y  Recuerdos de viaje, en el que describe su estadía en Cuba:

Los trabajos literarios de esta señora, tanto en Montevideo como en Río de Janeiro, donde muy joven aún dió muestras de su avanzada inteligencia, la colocan en el corto número de nuestras celebridades femeninas en la carrera literaria. Sus publicaciones anteriores resaltan por la pureza de su estilo y la belleza de su coordinación. De vuelta a su país natal después de un largo viaje por la Europa empieza ahora a rendir a su patria los frutos de su inteligencia, como en otra hora los ofrecía desde el suelo extraño, a donde la llevaron las vicisitudes políticas y su noble corazón por no presenciar de cerca la degradación en que yacía sumida nuestra madre común. La Ilustración Argentina. N°2; 19 de diciembre de 1853.

No existen pruebas que confirmen su viaje a Europa. Las colaboraciones no son suficientes para subsistir, y el apoyo que esperaba nunca llega. Ante esta situación decide crear su propio periódico.

El 1 de enero de 1854, funda el semanario Álbum de Señoritas. Periódico de Literatura, Modas, Bellas Artes y Teatros. En sus páginas promueve la emancipación y educación de la mujer, la educación popular, la educación y defensa del indio. Contiene artículos de filosofía, homeopatía, modas, relatos de viajes, ciencias, libertad religiosa. Realiza críticas de teatro y música, y publica como folletín, su novela antiesclavista ambientada en Brasil, La familia del Comendador. Así inicia el primer editorial:

Todos mis esfuerzos serán consagrados a la ilustración de mis compatriotas, y tenderán, a un único propósito: emanciparlas de las preocupaciones torpes y añejas que les prohibían hasta hoy hacer uso de su inteligencia, enajenando su libertad y hasta su conciencia, a autoridades arbitrarias, en oposición a la naturaleza misma de las cosas, quiero, y he de probar que la inteligencia de la mujer, lejos de ser un absurdo, o un defecto, un crimen, o un desatino, es su mejor adorno, es la verdadera fuente de su virtud y de la felicidad doméstica, porque Dios no es contradictorio en sus obras, y cuando formó el alma humana, no le dio sexo. La hizo igual en su esencia, y la adornó de facultades idénticas. Si la aplicación de unas y de otras facultades difiere, eso no abona para que la mujer sea condenada, al embrutecimiento, en cuanto que el hombre es dueño de ilustrar y engrandecer su inteligencia; desproporción fatal que solo contribuye a la infelicidad de ambos y a alejar más y más nuestro porvenir. Y no se crea que la familia no es de un gran peso en la balanza de los pueblos, ni que la desmoralización y el atraso parcial de los individuos no influye en bien o en mal de la sociedad colectiva. 

Un mensaje tan potente en defensa de la educación y los derechos de la mujer y el niño genera rechazo. Su crítica al sistema educativo y sus propuestas innovadoras, que abarcan programas, libros, edificios y recursos, hasta la audaz idea de financiar las escuelas mediante la recaudación de ingresos por la lotería. Escribe: 

No es bastante educar la inteligencia, o mejor dicho ilustrarla, es necesario educar el alma, explotar todos los gérmenes de bien y de mal que existen en el corazón, para por medio de una instrucción inteligente y verdaderamente moral, desenvolver los buenos y extirpar los malos.
Inútil es decir a los hombres: sois libres sino se les enseña a serlo.
Es desde los tempranos días de la niñez, que se debe inspirar el amor a la justicia, el respeto de sí mismo, la susceptibilidad de la conciencia que no permite transigir con los deberes.

Y en otro artículo:

Al aumentar el presupuesto se ha dado un grande paso, el más seguro y el más verdadero en la senda del progreso; pero él será incompleto si, como hemos instado hasta ahora, no se provee a los métodos, reglamentos y libros necesarios; porque enseñar a leer y a escribir y contar no es no es suficiente a educar un pueblo donde son tradicionales el poco respeto a la ley, el degüello y la barbarie; un pueblo abandonado a sí mismo, hasta hoy instrumento ciego de odios venales, de guerras fratricidas, cuyo corazón está cerrado a la piedad y a los sentimientos dulces, pueblo cuyos niños se han desmamado viendo matanza y carnicería humana, y que hablan de sangre y puñaladas con la sangre fría o de una malvadez precoz, o de la inconciencia de su culpabilidad.
Hay pues necesidades morales que llenar en la enseñanza de esa joven generación que se pretende educar y preguntamos, hay un solo libro, uno solo, que llene ese objeto No, no le hay y es urgente escribirse uno.
No hay que equivocar la simple enseñanza con la educación.

Sus ideas irritan, despiertan sospechas y calumnias. ¿Promover la emancipación de la mujer? 

Por qué? si, por qué ese largo martirio que empieza y acaba con la vida de la mujer?
Por qué se condena su inteligencia a la noche densa y perpetua de la ignorancia?
Por qué se ahoga en su corazón desde los mas tiernos años, la conciencia de su individualismo, de su dignidad como ser, que piensa, y siente? repitiéndole: no te perteneces a ti misma, eres cosa y no mujer?
Por qué reducirla al estado de la hembra cuya, única misión es perpetuar la raza?….
Por qué cerrarles, las veredas de la ciencia, de las artes, de la industria, y así hasta la del trabajo, no dejándole otro pan que el de la miseria, o el otro mil veces horrible de la infamia?

Sobre la hipocresía política o religiosa manifiesta: 

De todos los materialismos, el de la religión es el más funesto, porque el hombre rudo que cree en las indulgencias y en la virtud de los escapularios, deja crecer en su corazón la planta venenosa del rencor y de las venganzas; se cree protegido por los amuletos y no sabe que las prácticas exteriores son solo para engañar los ojos del mundo.
El ojo de Dios ve los arcanos de la conciencia y allí no hay disfraz posible.
Si la devoción es aparente, si el perdón está en los labios, si la fe es interesada, si la esperanza es egoísta, a los ojos del mundo seremos virtuosos, pero el reino de los cielos no será para nosotros.

Y en defensa de los indios:

Acaban de marchar tropas para contener la invasión de indios… va a correr la sangre de nuevo… ¿Será que no haya otros medios de persuasión para esos desventurados, sino el sable y el plomo?
¿No sería posible conquistar todos esos corazones a Dios, esas inteligencias a la sociedad, y esos millares de brazos al trabajo de nuestros incultos desiertos?
Si, creemos que puede hacerse, y que esta expedición armada debe ser la última que parta contra los indios.

Su visión adelantada se refleja en todos los temas que aborda: educación, modas, medicina, teatro. Su «pretensión» de ser escritora y editora es ridiculizada. Pocas mujeres la comprenden y acompañan. Entreviendo la derrota escribe en el 5° número:

Ningún sacrificio he ahorrado para darle vida y consistencia… Toda mi ambición era fundar un periódico dedicado enteramente a las señoras, y cuya única misión fuese ilustrar; lo había conseguido así en el Río Janeiro donde «El Jornal das Senhoras» está en el tercer año de su publicación. Las simpatías que merecí en aquella corte, los testimonios todos de deferencia y de apoyo, con que me favorecieron, me indujeron a esperar otro tanto en mi país...Infelizmente mis esperanzas fueron flores pasajeras, que el viento del desengaño deshojó al querer abrir… Es el Álbum una planta exótica, que se marchita rápidamente, porque la tierra donde se quiere hacer germinar es dura como la roca, y no hay un rayo de sol benéfico y amigo que la abrigue y le dé vida y calor… El Álbum está destinado a una muerte prematura…. si algún milagro extraordinario no lo salva de la terrible enfermedad de la nostalgia que se va apoderando de él…. y de mí!…. Como os lo digo, queridas subscriptoras, no he ahorrado sacrificios ni buena voluntad; pero antes que escritora yo soy madre de familia, es este un cargo que trae inmensa responsabilidad, y que me impone deberes muy serios!…. Escribir para no ganar, bien, eso me era indiferente, si pudiese, tener pretensiones, diría como Camoens: «Aquella cuja lyra sonorosa. Será mais afamada que ditosa».  Y sacrificaría el dinero a la gloria como lo he hecho tantas veces en mi vida! Mi ambición no es de plata. No tengo fortuna, pero tampoco abrigo deseos dispendiosos. Tengo fe en la Providencia y cuando me inquieto no es personalmente por mí, y sí por aquellos a quienes soy necesaria. Con todo, si puedo conformarme con no ganar, y si nunca he considerado la fundación de este periódico como un medio de especulación, tampoco ha podido nunca entrar en mis cálculos de presupuesto mensual y de economía doméstica, gastar una fuerte suma por mes en imprimir papel, cuyo destino más próximo será ir para alguna taberna a envolver azúcar y arroz.  Conté siempre con obtener la protección de la clase ilustrada y del círculo abastado de Buenos Aires… Nada he conseguido!  Con todo, haré el sacrificio un mes más, y si en este tiempo no se reuniese una suscripción suficiente a cubrir los gastos de la publicación, no tendré otro remedio que despedirme de mis lectoras, agradeciéndoles su protección y deseando que otra más feliz que yo sea mejor sucedida.

Las suscripciones no cubren los gastos de impresión, el semanario cierra definitivamente tras la publicación de su octavo número:

Concluyen con este número mis tareas, y con el derecho del amor maternal, labro aquí el epitafio de este mi querido hijo, cuya muerte prematura es para su madre una decepción de más en la vida, una gota más de acíbar en el cáliz, una espina de más en el alma! Vivió y murió desconocido como su madre lo fue siempre en la región del Plata; no bastaron ni cuidados ni sacrificios a robustecerle una vida minada por la consunción desde que nació en el desamparo y en el páramo de la indiferencia: ahí quedas hijo mío, página de mi alma, que encierras más de un misterio de dolor: en tu fosa solitaria, ¿quién depondrá una flor? ¡Nadie!  Adiós pues, lectoras, perdonad si acostumbrada a escribir en otro idioma, no usé un lenguaje puro y castizo; si mi corta inteligencia nada creó que os fuere útil, y si mi estilo no tiene la fluidez y la frescura de otros. No fue la voluntad la que me faltó, pero cada uno es lo que es y no lo que debiera ser. LA REDACTORA.

Publica La familia del Comendador, novela original, en la Imprenta J.A. Bernheim. Se publicita en la sección de la Librería de La Victoria, que aparece en el Anuario General del Comercio, de Buenos Ayres 1854-1855, del mismo editor.

Decide regresar a Brasil, su segunda patria. En el primer número del Álbum había profetizado, si no encontraba apoyo y simpatías:

Alzar el bordón del peregrino, e ir a buscar una Patria en alguna parte del mundo, donde la inteligencia de la mujer no sea un delito. Donde su pensamiento no se considere un crimen; y donde la carrera literaria no sea clasificada de pretensiones ridículas.

En 1855, llega a Río de Janeiro. Amante y conocedora del teatro como autora, encuentra en la actuación la forma más rentable para poder mantener a la familia. Toma clases de declamación:

Una vez en Río de Janeiro, hace doce años delante de un maestro del conservatorio de París, aquél buen señor se puso a arremedarme (sic) probándome que todas mis inflexiones eran como él decía: estrambóticas! No hubo más; sujéteme a nuevo aprendizaje y a pesar de que mi maestro solía «rudoyer» un poco, acabó por quedar vencido por mi extrema docilidad y habilidad con que progresaba.Carta a Sarmiento, 1868.

Integra la compañía del Teatro Ginásio Dramático creado por María Velluti que renueva el teatro con piezas del realismo francés.

En 1856, se une a la Compañía de Teatro São Pedro, recibiendo críticas favorables por su destacada actuación en diversos papeles: 

La Sra. Noronha se revela como una actriz de talento, que con alguna perfección más en la pronunciación, podrá aspirar a un lisonjero futuro en la carrera artística a la que se ha dedicado. 

Su hija Eulalia también actúa,. Comparte escenario con el gran actor João Caetano dos Santos, de quien posteriormente se distancia debido a malentendidos y maltrato.

Para profundizar sobre su paso por los escenarios, recomendamos el artículo de Elizabeth Ribeiro Azevedo  y la Cronología de Juana Manso en Río de Janeiro de Barry Velleman y Karina Belletti

Francisco de Sá Noronha regresa de Europa y la pareja se reconcilia. Juntos realizan giras por Bahía, donde Eulalia revela su talento como actriz, recibiendo numerosos elogios de la prensa. Diez años después cuenta a Sarmiento:

Pues creerá Vd. que mi pobre hija pasó por una «niña desenvuelta»? Nacida en Norte América, detesta las gazmoñerías, pero tiene el espíritu yankee y si me hubieran dejado quieta por allá como yo lo deseé, acaso esta hija sería hoy algo de muy distinguido, porque es artista en el alma y en la organización. Si aquí hubiese de poner su talento al servicio de la escasez de su fortuna, ay! qué disgustos no le esperarían! Para contenerla, en los inviernos, hacemos comedias de sociedad; el Sr. Higginson su recomendado (hoy rector del colegio del Uruguay) asistió a la última función y me dijo que era la primera hora agradable que pasaba, desde que había dejado su país y sus afecciones; calcule Ud. qué satisfacción experimenté con tal confesión! ¡Qué buenos ratos pasaríamos por aquí si fuesen posibles estas diversiones inocentes!

En 1856 publica en Río de Janeiro, As Consolações, en la Imprenta Douz Decembro de su amigo Paula Brito. La obra la dedica a su amiga, la gran actriz Gabriela da Cuhna De Vecchy. Juana encuentra en la escritura un refugio y consuelo frente al dolor:

¿Qué pensará el mundo de este libro escrito por una actriz? ¿Por una cómica? Tristes anomalías que se encuentran en los acontecimientos imprevistos de este mundo por donde caminamos a tientas. Felizmente la excomunión fue levantada –y las vestes teatrales fueron quitadas. Aún soy una madre de familia y no perdí el derecho de elevar la voz desde el rincón oscuro y solitario donde la desgracia me colocó.

Y en otro párrafo:

 No titubeamos en confesar que este libro está escrito más para las mujeres que para los hombres.
La vida social en su lucha diurna, si no consuela, distrae la imaginación: el tumulto de los intereses materiales embota la susceptibilidad del corazón; el hombre trabaja activamente y la conquista de los bienes terrestres absorbe la mejor porción de su tiempo y de su pensamiento.
La vida de la mujer, al contrario, encadenada al hogar doméstico, pasa en ese recinto silencioso, dejando que la sensibilidad ejerza una influencia directa e inmediata sobre la inteligencia y sobre el corazón.
Es principalmente en nuestra sociedad, donde la mujer completamente desheredada de los atributos de la inteligencia está reducida a un círculo excesivamente limitado, necesita más eficazmente de las consolaciones de la esperanza, de la fuerza, del coraje, de la susceptibilidad de la consciencia y de la inteligencia del deber, para seguir por el sendero solitario donde el prejuicio la encerró.

El Theatro de São Pedro la contrata para la preparación y montaje de su obra O Dictador Rosas e a Mas-horca. Se publicita la escena del combate de Caseros que será ejecutado por la tropa de línea con banda de música militar.

Las disputas con el actor João Caetano dos Santos llegan a la justicia, y ella es sentenciada a dos meses de prisión por injurias. Sin embargo, apela la sentencia y, finalmente, no se cumple la orden.

En 1858 publica como folletín en el Diário do Rio de Janeiro, Páginas da mocidade: memórias das guerras civis do Rio da Prata de 1838 a 1841. En esta obra evoca sus años de juventud durante el primer exilio en Montevideo:

Tu sabes, mi Dios, la felicidad que yo ambicionaba en aquel tiempo en que no traspasaba el círculo de lo doméstico, las fortunas me sonreían en esa vida indolente, serena, indiferente de la mujer que tiene un brazo de hombre en que apoyarse, un brazo que la defienda, un corazón que la ame, un nombre que ella lleve con amor y que el mundo respete… No tenía otras aspiraciones: los versos que escribía y que no mostraba a nadie, no los juzgaba un crimen, ignoraba todavía que es un delito en la mujer, pensar, decir, hacer! Las horas de fiebre que a veces me agitaba, no podía comprender en mi ignorancia absoluta del mundo y de mi misma que era un síntoma peligroso de dolencia moral que se llama inteligencia, espíritu, como quieran denominarlo, para mi no pasa de una cruz de hierro.

Publica artículos y poemas en Imprensa do Rio Grande do Sul y otros periódicos de Río de Janeiro.

Pronuncia un discurso en la apertura del Lyceu de Artes e Officios, instituto administrado por la Sociedad Propagadora das Bellas-Artes do Río de Janeiro.

Son años difíciles, marcados por agotadoras giras, intrigas, sospechas y problemas económicos, que deterioran nuevamente a la relación. Se separa de Noronha y comienza los preparativos para regresar definitivamente a Buenos Aires.

Este período en Brasil, la reconciliación con Noronha, la publicación de Las Consolaciones y otras obras en la prensa y su desempeño como actriz no figura en las primeras biografías. Recientes estudios, facilitados por la excelente Hemeroteca Digital brasileña de la Biblioteca Nacional de Brasil, han permitido nuevos hallazgos.

Con tristeza, se despide de sus amigos y su querida Río, sabe que no regresará. Más tarde escribe en Recuerdo de Brasil:

Esa imagen inolvidable es la tuya, mi bello Río Janeiro, linda princesa de los valles! Soy pobre, te diré como Fidias, sólo poseo mi corazón, de él arranco esta página, antes que la antorcha se extinga, antes que la voz se apague, antes que la fuerza del brazo se embote, antes que la mente se ofusque y no pueda vaciar del dolor que rebosa del alma, estas gotas perdidas sobre una página deleznable.  No volveré a verte, pero he cantado tu belleza y dejádote algo de mí misma como el solo recuerdo de mi peregrinación sobre tu suelo! Todavía tengo amigos allá, y todavía en mis horas de amargura, se reposa el alma en la contemplación de tus paisajes divinos!